Llegado el día cuando ya se hacía de noche las personas se fueron a sus casas para celebrar la Navidad con sus familias. ¡¡Ocurrió algo increíble!! Los animales cobraron vida...
-¿Dónde estamos? Preguntó el buey.
-Lo único que sé es que nos tenemos que ir para salvar la Navidad. Contestaron los ciervos.
-Pero... ¿A dónde tenemos que ir? Comentó la mula.

Entonces en ese instante los animales se reuniéron para recordar.
-Creo que la mula y el buey tienen que ir juntos al portal de Belén. Afirmaron los camellos.
-Vosotros tenéis que ir a Oriente Medio para reuniros con los Reyes Magos. Afirmó el buey.
-Y vosotros... ¿A dónde tenéis que ir?Preguntaron los camellos.
-¡¡Ya lo sé!! Los ciervos tienen que ir al Polo Norte para repartir los regalos con Papá Noel. Recordó la mula.
Así pues todos los animales se dirigieron a los lugares que debían ir.
Al día siguinte los zamoranos se despertaron un poco tristes, ya que los animales de madera se habían marchado. Pero una niña encontró una carta que decía: "Lo sentimos por habernos escapado ya que nos teníamos que ir para salvar la Navidad." Al final de las fiestas los animales volvieron a Zamora para jugar con los zamoranos.
FIN
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